Cualquier jugador de póquer novato a menudo no sabe cómo enfrentarse a una serie de situaciones límite. En este caso, hay que crear una estrategia que evite tener que tomar decisiones difíciles. Y las pilas cortas son la mejor opción a considerar en todo momento.
La idea es mantener el stack a 20 bb. El mejor lugar para jugar es una mesa con al menos 7 jugadores. Sólo se debe jugar la mano más fuerte apostando all-in. Todo es muy simple y sencillo y, como demuestra la práctica, bastante rentable. Actualmente hay muchos jugadores de póquer que juegan de esa manera y se les llama shot-stackers.
Pero es importante tener en cuenta que no debe haber más de dos cortos en la mesa, de lo contrario la estrategia no funcionará. La idea detrás de este enfoque es apostar todo el stack en el bote después de esperar una mano fuerte. Y tienes que tener una buena mano para responder a la apuesta e ir all-in. Y en la práctica eso rara vez sucede, y el oponente simplemente se retira. En el otro caso, la mano sigue teniendo una fuerte combinación, por lo que el oponente no tiene muchas posibilidades de éxito. Y si el flop es completamente erróneo, debes descartar de inmediato.
Un shortstacker debe abandonar la mesa inmediatamente después de un all-in exitoso, ya que cualquier oponente puede descubrir el plan y aprovecharse de él. Es un juego corto, y si tiene éxito, simplemente debe pasar a la siguiente ranura. Así que hay que esperar, actuar y seguir adelante. Ese es el objetivo de la venta en corto.
Por supuesto, no estamos hablando de cualquier tipo de póker. Es simplemente una oportunidad para que muchos jugadores ganen dinero. Pero en algunos casos, existen dudas sobre la idoneidad de este enfoque. Esto se debe al uso generalizado de esta estrategia, y si su oponente no tiene confianza, no habrá respuesta, y en otra situación, hay una gran posibilidad de simplemente perder.
Al adoptar este enfoque, el apilador medio se volverá agresivo, aceptará el reto más a menudo y podrá atraparlo en un momento determinado. Y al mismo tiempo, es posible que el propio apilador en corto no se entere del resultado negativo hasta que se produzca. Es decir, los riesgos son siempre mayores y hay que enfocar el juego con prudencia.
En general, la estrategia de pila corta no está exenta de desventajas. En primer lugar, otros jugadores estarán en contra de este enfoque del juego. Pero al mismo tiempo, este enfoque del juego no mejora en absoluto las habilidades del jugador de póquer; no se trata de tomar decisiones complejas ni de analizar el juego. Al fin y al cabo, uno puede calcular las cartas o, al menos, ir de farol. Además, con el tiempo, con cualquier combinación fuerte, las ganancias serán extremadamente pequeñas; cualquier jugador puede leer las acciones y entender que simplemente no tiene sentido arriesgarse ahora. Y no hay oportunidad de esperar mucho tiempo para una pareja fuerte o una combinación prometedora. Es decir, aquí el jugador sólo depende de la fuerza de sus propias cartas y, se podría decir, de una parte de suerte. Todos los trucos de póquer adicionales que se pueden utilizar en el juego son simplemente ignorados.
En cualquier caso, cada uno decide por sí mismo la conveniencia de tal apuesta, y entiende si debe utilizarse.